En un reino derrocado, una joven alberga la clave para descubrir los secretos del pasado de su nación y liberar a los demonios que dormitan en su corazón. Una serie de fantasía épica inspirada por la mitología y el folklore de la antigua China.

Una vez, Lan tuvo otro nombre. Ahora lleva el nombre con el que la bautizaron los colonizadores elantianos cuando invadieron su reino, asesinaron a su madre y prohibieron la magia. Pasa sus noches cantando en la ciudad de Haak’gong, una ciudad transformada por los conquistadores, y sus días indagando cualquier cosa que pueda ayudarla a comprender la extraña marca que su madre le quemó en el brazo justo antes de morir.

La marca es misteriosa: una letra Hin imposible de traducir; y nadie excepto Lan puede verla. Hasta la noche en que un chico aparece en su salón de té y le salva la vida.

Zen es un practicante: uno de los legendarios magos del Último Reino. Se rumorea que su magia ha surgido de los demonios con los que se comunican; magia que se pensaba que había desaparecido tiempo atrás. Ahora deben ocultarla de los elantianos a toda costa.

Cuando Zen se encuentra a Lan, reconoce lo que es: una practicante con una poderosa habilidad oculta en la marca de su brazo. Nunca ha visto nada parecido, pero sabe que, si hay respuestas, estas aguardan en los bosques de pinos y las neblinosas montañas del Último Reino, con una orden de los maestros practicantes que planean derrocar el régimen elantiano.

Tanto Lan como Zen ocultan secretos enterrados en lo más profundo: secretos que deben ocultar de los otros, y secretos que todavía deben descubrir. El destino los ha conectado, pero su sino todavía no está escrito. Ambos tienen el poder de liberar a su pueblo. Y ambos tienen el poder de destruir el mundo.